Scardanelli 

LA MEMORIA EN LAS INSTALACIONES DE PAZ SANTOS

         La memoria nos pierde y la memoria nos salva, y si se cubre de musgo la memoria, habitará el olvido. Hablamos de la materia y del espíritu. La memoria es imprescindible para la vida, sin ella ni los muertos existirían. Los antiguos siempre supieron de su importancia, y así lo manifestaron, Zeus, el dios del cielo, se une a Mnemosina, la memoria, durante nueve noches seguidas, y de esa unión nacen las nueve Musas. Como contraposición a la memoria está el olvido (Lete), hermana de la muerte. Y en los infiernos sitúan los clásicos la fuente del olvido, de la que bebían los muertos para olvidar su vida terrestre. Platón, nos dice, que las almas, antes de tomar otro cuerpo, debían beber de la fuente del olvido, para olvidar lo que vieron en el submundo. Es ella, la memoria, quien nos lleva y nos trae de un mundo a otro, de un tiempo a otro. Sin ella no hay pasado, ni tampoco presente, y el futuro sin recuerdos, sería un volar sin alas.

La escultora, Paz Santos, trata de atrapar la memoria, a través de esos hilos o varillas de acero flexibles, que enmarcan o soportan cuadros de madera, débiles conductores que mueve en el espacio, salvando distancias y provocando el engaño con un arco iris de colores, que son ojos heterotrópicos con la intención de detener el tiempo o transformarlo.

El ojo que ve impregna la retina de materia física, emocional y del espíritu, y  por ello todos quisiéramos salvaguardar ese mágico almacén, a fin de lograr la mejor defensa que tiene el ser humano para protegerse de las cosas, de los otros, y de si mismo.  Sin embargo no es algo que se pueda conseguir a voluntad, porque de barro es el cuerpo, y casi los sentidos, y la memoria al azar tiende su vuelo, buscando el encantamiento que le permita, a pesar de su débil estructura, vivir y perdurar.

Esos ojos o mágicos cristales, en verdes, azules, amarillos o rojos, que incorpora Paz Santos en sus instalaciones, nos facilitan las imágenes, nos ayudan a retener en la memoria aquello que queremos, pues la memoria es selectiva, y nos transportan y ayudan a atrapar los sueños, para hacerlos posibles, pues el hombre se pierde o se salva por los sueños: Quien fuera ruinas de Palmira, esbeltas catedrales, mar o peregrino de leyenda. Las instalaciones de Santos son en verdad esculturas que nos permiten la captación en un instante de las tres dimensiones, y en ellas está el mejor saber hacer, como en los clásicos, y la modernidad que transciende y perdura.

 Scardanelli

Paz Santos escultora
Paz Santos, escultora

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