Manuel Alcorlo. Exposición «La voz del árbol» en el Museo Tiflológico de Madrid.
¡ CON QUE MELANCOLÍA
SABES COMUNICARME TU TRISTEZA
ÁRBOL, TÚ, TRISTE Y BUENO, TU EL MAS HONDO,
EL MAS OSCURO DE LOS SERES!…
DÁMASO ALONSO
PAZ SANTOS, por mor de su buen hacer, logra que todo surja del árbol, de su materia extrae los materiales que luego convertirá en esperanza, amor, las cosas que dan sentido a la vida. Consigue por ello, que oigamos su voz, sus presentimientos, a través de su insita materia y que se haga humana presencia. Nace así su fuerza expresiva, se su encarnadura leñosa brotan las emociones que dan seguridad a sus estructuras.
Estos árboles que dialogan con Paz Santos, esperan pacientemente, como el bello mito de Filemon y Baucis, que sean tallados para liberar sus significados y hacer volar sus personalidades.
Se trata sin duda de hacer oír su voz. Estas esculturas con sus variadísimas formas, representan seres transidos, que sueñan, que se elevan, que consiguen poblar nuestra realidad y enriquecerla, narrándonos su peripecia.
Están tan amorosamente, tan sabiamente trabajadas que constituyen el hermoso tributo a su nobilísima voz.
Si la escuchamos atentamente, sentimos el susurro del aire, el muelle sonido de los besos, el movimiento, el vuelo de las criaturas que aguardan en el interior ajustado de sus anillos.
Así convierte en variación infinita su materia, sus devenires en música callada que se filtra por sus variados espacios y enigmáticos alfabetos.
Manuel Alcorlo
Pintor y Académico